En este capítulo nos centramos en los metadatos técnicos y en el linaje de datos.
Veremos cómo ayudan a reducir tiempos, prevenir errores, cumplir con regulaciones y mejorar la calidad del análisis.
También repasaremos buenas prácticas para empezar a trabajar con ellos y cómo asegurarnos de que lo documentado refleja lo que realmente ocurre en nuestros sistemas.